Sueño
el dolor,
frente a mí,
y yo corriendo,
para todos lados.
No te vayas a tropezar!
Me decía una voz.
Que susto infinito,
estaba dormida,
entre mis pesadillas.
Corría mi vida,
para todos lados,
y no me daba cuenta,
que la salida estaba allí.
Frente a mis ojos.
Era traspasar dolorosamente,
todo ese presente.
Y dejarlo morado,
contra la pared.
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