Allanarse

Porque en mi allanamiento,
Econtré mi duda,
Mis pirañas,
Mis dolores
Sin colores,
Mi aire roto,
Mi luna vacía,
Mi cuna sin canción.
En mi allanamiento,
Encontré la vida,
Y mis movimientos,
Descubrí la risa,
Llorando en un hueco
Por no poder crujir.
Porque en mi allanamiento,
Pude ver mis huecos,
Y entre ellos se asomaba,
Un gramo de emoción,
En mi allanamiento,
Mi telaraña ya no tiene dueño,
Porque la destejo yo.
Aprendí que la caída,
Es un aterrizaje a la verdad,
Y que las alas rotas,
Se pueden arreglar.
Que si las risas se esconden,
Hay que salir a buscar,
Aprendí que mis cáscaras,
Son las pieles del miedo,
Que sólo con el tiempo,
Se pueden arrancar.
Aprendí que los dolores rotos,
Duelen aún más,
Aprendí que el frío,
Me impide temblar,
Y si no tiemblo,
Me estanco.
En mi allanamiento,
Aprendí a doler,
Desnuda,
Con el alma abierta,
Y la alegría muda.
Allané,
Una soledad que abraza,
Y una caricia,
Que me terminó arañando,
Y en mi allanamiento,
Yo me enseñé a hablar,
Me miré a los ojos,
E intenté bailar,
Con los dolores anudados,
Con mi cuerpo,
Con mi verdad,
Con mi aire atragantado,
Con mi sueño,
Con mi cansancio,
Con mi silencio,
Con mi fina voz,
Con mi pequeña vida,
Con mis colores teñidos,
Con mi blando corazón.