Movimiento

Recuerdo como nos congelamos ese invierno. Un paisaje despintado me acariciaba la espalda, un abrigo de sol de enredaderas me suspiraba al oido, todos los días.
Hoy, un invierno me susurra y me hace oir. Me hace escuchar el frío pero con los ojos abiertos. Soy mi propia ventana que se deja nevar, derretir.
Quizás no sepa ni yo misma entender como he abrigado todo lo que no me corresponde.
Algo sonó tan fuerte, que abrió demasiadas cosas.. Y sí, para que haya un click las cosas deben sonar.
Gotas, que caen en mi y juegan a las escondidas muy adentro mío. Y yo me puedo observar, hago fuerza , sostengo el momento y río. Sostengo el momento, y lloro. Me puedo sonar.
Algo ha cambiado, pinto mi piel con pinceladas del presente. Un camino se desatragantó y ahora quiere libertad.
Porque los pasos guardados son sólo calesitas del invierno que sólo nos llevan a pasear siempre al mismo lugar. Sin agarrar nunca la sortija de la vida.
Me asomo y veo. Me asomo y me veo . ¿Qué hay? Yo habitando en mí. ¿Qué me trajo este invierno? Un viento que me nace en la ventana. Le pongo nombre. Lo bautizo. Se llama movimiento.