palabras del cuerpo
Estamos tan acostumbrados a ponerle palabra a lo que nos pasa, que
cuando no encontramos esa palabra que encaje con nuestra sensación,
sentimos que estamos confundidos,desorientados. Porque no la podemos
ubicar en un lenguaje ya construido.
Queremos una palabra que nos oriente el interior. Que traduzca.
Pero no nos damos cuenta, que es al revés, aquello que confunde y desorienta, muchas veces, es la palabra. Porque le quiere dar un sentido todo el tiempo a aquello que ya es sentido desde adentro de nuestro organismo. Y que al traducirse se le esfuma aquello que conlleva.
Queremos una palabra que nos oriente el interior. Que traduzca.
Pero no nos damos cuenta, que es al revés, aquello que confunde y desorienta, muchas veces, es la palabra. Porque le quiere dar un sentido todo el tiempo a aquello que ya es sentido desde adentro de nuestro organismo. Y que al traducirse se le esfuma aquello que conlleva.
El simple hecho de registrar, inclusive, una
confusión en nosotros mismos, es el punto de inicio hacia la
orientación. Registrar una "duda corporal" es la punta del iceberg de
una posible claridad interna.
A veces ese complejo "no se que me pasa", es el primer encuentro con la claridad., con la transparencia de uno mismo.
No todo es palabra. Hacia adentro el sentido de lo que sentimos, se respira con el cuerpo.Hay palabras que le quedan chicas a las emociones.
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