Fantasmas




Nos asustan los fantasmas, pero incluso muchas veces preferimos vivir con ellos en el corazón. Y nos aferramos a los recuerdos por miedo a caer en el olvido. Porque el olvido implica ausencia. Porque el olvido implica encontrarse con la falta.  Porque los recuerdos son como fantasmas, que sirven para llenar ausencias. Ausencias que de repente aparecen en medio de la noche como pidiendo ayuda.  Gritos desgarradores que se acurrucan en una emoción. Dejar caer el recuerdo implica encontrarse con la verdad. Con el nido vacío que a veces tiene que atravesar el corazón para poder seguir construyendo en otras ramas. Dejar caer el recuerdo implica aceptar que las ausencias sólo son las presencias del pasado. Dejar caer el recuerdo implica soltarle la mano a lo que ya no está. Dejar caer el recuerdo implica sacarle la sábana blanca a aquello fantasmal y asumir de una vez por todas que allí abajo no hay nada. Y animarse a presenciar como esa sábana se desintegra en el suelo asumiendo una verdad.
Y si.. los fantasmas asustan. Pero más asusta no encontrarse con nada. Y quedarse atónito frente al silencio. Frente a la realidad de la ausencia. Porque desprenderse de  los fantasmas implica encontrarse con lo perdido. Y eso asusta aún más. Por eso nos construimos historias... Para tapar el dolor con el miedo....



Comentarios

  1. "Porque desprenderse de los fantasmas implica encontrarse con lo perdido". Lo perdido que aún sigue presente en algún lugar recóndito del corazón...
    Genial entrada. Por cierto dejé un premio en mi blog para ti, aunque no estás obligada a recogerlo ;-)

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    Respuestas
    1. Gracias Carol! El mayor premio que me puede dar una persona es leerme. Con que alguien se haya detenido en algunas palabras que escribo, me llena :)
      Igual me gustaría ver cual es mi premio. Un beso! ;=)

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