El cuerpo
El cuerpo al nacer es como si fuese un piolín. El cuerpo nace con soltura y blandeza. Nace con movimientos, con libre expresión. Al crecer se va endureciendo. La blandeza se transforma en rigidéz. Y nuestros movimientos se van restringiendo poco a poco. Y al sumar experiencias, nuestro cuerpo registra y reacciona. Reacciona e "in-corpora" todo aquello bueno y malo. Lo fusiona. Lo hace cuerpo.. Nuestro cuerpo es un cuerpo emocional que tiene memoria, y va imprimiendo todo aquello que le va aconteciendo a medida que vive. Y mientras que nuestro cuerpo, es decir, nosotros, vamos atravesando la vida, nuestro cuerpo va construyendo sus propias corazas para defenderse. Este piolín, este cuerpo, ante cada situación, responde emocionalmente. Se empieza a enredar. Forma un nudo. Forma otro nudo. Forma muchos nudos. Nudos que endurecen el cuerpo. Como si fuesen armaduras de protección. Nudos que limitan la movilidad. Estos nudos no son mas que reacciones repetitivas que quedaron plasmadas corporalmente y se transforman en parte de nosotros. En un primer momento fueron reacciones conscientes de nosotros mismos que luego se estructuran en el cuerpo y se hacen inconscientes. Uno las toma como "naturales". Pero no lo son. Estos “nudos” se pueden metaforizar con las "tensiones crónicas musculares". Son parte de nuestra naturaleza secundaria. Por lo tanto las marcas de las experiencias no solo dejan huellas mentales, sino que distorcionan nuestros movimientos, le marcan límites a nuestro andar, a nuestra manera de movernos, de hablar, de percibir, de sentir, de expresar. Y nuestras emociones que son movimientos internos, quedan enjauladas, anudadas, bloqueadas, sostenidas en estas tensiones crónicas. Nuestros bloqueos son como cápsulas que concentran la energía en nuestro cuerpo para que ésta no pueda fluir. Para ponerle un límite a nuestro sentir.
La energía se sujeta, se sostiene en las tensiones crónicas musculares. Es como si las emociones quisiesen pasar, y atravesar todo nuestro cuerpo pero están bloqueadas. Y de esto se trata la bioenergética, de lograr flexibilizar nuestras propias corazas, para que nuestra energía pueda circular un poco mas libremente, para comenzar a vibrar, y por lo tanto a sentir con mayor intensidad.
Nos invita a recuperar poco a poco todas aquellas porciones de nuestro cuerpo que fueron carcomidas en situaciones emocionales por tener que construir armaduras para defendernos. Se trata de ir reconquistando partes bloqueadas, partes de nuestro cuerpo que quedaron presas de la expresión, por haber tenido que adoptar ciertas posturas en diferentes situaciones de la vida.
Habrá que empezar a recorrer nuestro cuerpo, sumergiendonos en los bordes internos de esos nudos, revivir experiencias, para poder desatar. Para reencontrarnos un poco con esa blandeza perdida. Para lograr más ex –presión, es decir, quitarle presión al cuerpo y que se descarguen hacia afuera. "Se trata de desenredar ciertos nudos que nos atan el cuerpo para empezar a sentir".
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