Vivir sin querer, queriendo

 

Vivimos sin querer queriendo,
Y en ese querer nos encontramos,
Viviendo a veces,
Con las sombras rotas,
De nosotros mismos,
Entre reflejos
Disparejos,
Que no encajan,
Con el molde de nuestra realidad,

Y entre la crudeza,
De nuestras partes secas,
Vivimos,
Latiendo día a día,
Con la mirada rota,
La caminata partida,
El dolor molido,
Y aún así,
Entregamos sonrisa
A nuestro propio corazón,

También soportamos caídas,
Y caemos en cascada,
Equilibrandonos,
En los bordes de la vida,
En el borde de la nada.

 Hacemos una pausa,
Y dejamos un suspiro,
Y seguimos latiendo,
Al caminar,
Y aunque el suelo,
Se sienta transparente,
Hacemos equilibrio,
En su propio hilo.

Nos creemos infinitos,
Pero somos la pequeñez,
Mas inmensa del mundo,
Esperando ser abrazada.

Cerramos y abrimos los ojos,
Cada día,
Mañana a mañana,
Y nos encontramos,
Lanzandonos al peligro,
De estar vivos.

A veces caminando,
Vamos en busca,
De nuestro propio rincón,
Que espera ser encontrado.

Y si bien,
Hoy no es el fín del mundo,
Todo en el mundo tiene su fín.

Todo fin es nuevo principio,
Para reconstruir roturas,
Y aprender,
Que viviendo sin querer,
Se puede aprender a vivir,
Queriendo.