Nudos


Nudos que resuenan, aún en ese estado de estar diferentemente atados. Nudos que se entrelazan y repiten, aún sin darse cuenta que sus pieles son los látigos del pasado, nudos que se repliegan siendo, armaduras de lana que tejen noches y días, nudos sentidos, entremetiéndose en nosotros, jugando a ese juego que se llama angustia, hamacándose en el cuerpo, con cadenas que impulsan a esconder la libertad. Nudos que hacen eco, deslizándose en los latidos de nuestra garganta, como torrente de sensaciones que se aprietan en el ser. Nudos que juegan en mí, en vos, en el aire, a amarrar los sinsentidos de una repetición constante que aún así, insiste en ser. Nudos que ya no son la simple unión de dos o tres hilos, nudos que entre sus nudos se sienten unidad. Una unidad con cráteres, con brecha y sobresaltos. Nudos que no ven su punto de hilación, su huella de sello, su inicio de atadura .  Nudos que garabatean en la garganta, como niños dándole forma a una hoja en blanco, simbolizando en trazos, los nudos de lo que son. Nudos que escupen sin decir, que dicen sin desatar. Nudos que aún así siendo nudos, se quieren estirar elongándonos la vida, para que algo adentro, cruja. Para que resuene. A veces algo quiere asomarse a un desenriedo que nos haga dar vueltas en el aire, sin sostén. Hilos sueltos en el centro de cada sonrisa, de cada dolor. Hilos sueltos que integren. Que sólo hagan contacto sin amarrarse a nada más.
Es eso, el movimiento, ese nudo desilachado que no quiere atarse más-

Comentarios

Entradas populares