Olvido
El olvido, ¿Una ilusión?
Las personas no se olvidan. Simplemente nos acostumbramos a recordarlas, a reemplazar la presencia con su recuerdo.
Las personas no se olvidan, sólo se pueden dejan de tener presentes en algunos momentos, pero ante un aroma, un lugar, una situación, se vuelven a recordar. Porque no sólo recordamos con nuestra cabeza, sino también con nuestro cuerpo. Y no se puede olvidar desde el cuerpo. Que con su memoria emocional tan grande vuelve a traernos a nosotros un pasado que se encontraba quieto, inmóvil. Cualquier movimiento puede hacer resonar a esa persona en nosotros. Porque recordamos a través de nuestra piel.
Las personas siempre nos dejan algo, el recuerdo.
Si se olvidasen no la pudiesmos traer al recuerdo, nos generaría un hueco en nuestra historia, como una especie de amnesia emocional, perderiamos noción de su cara, de su gesto, de lo que fue con nosotros,
No podemos esfumar a una persona de adentro nuestro. Por eso a las personas no se las olvidan, es un muy mal dicho popular decir " ya lo olvidé". Paradójico incluso, que mientras se diga que se la ha olvidado, aparece en ese momento en el recuerdo. Yo creo que las personas se "olvidan", cuando la mayor emoción que los unió, se ha esfumado. Cuando un rencor, se transforma en aceptación. Se "olvida" Cuando el dolor ya deja de doler, porque se le ha dado lugar al duelo. Se le ha dado espacio a ese padecimiento. Porque sino, seguimos "recordando" a esa persona, en otras. La tenemos presente a través de nuestras reacciones no elaboradas, a través de re-sentimiento, que no es más que un "envolverse" en el el sentimiento. Repetimos a esa persona, quizás la buscamos sin saberlo, y en vez de estar buscando una voz nueva, seguimos alimentandonos del eco que nos han dejado. De una voz ausente, de un cuerpo fantasma.
La única manera de olvidar, como dice el Freud, es empezar a recordar. A desmenuzar el dolor para abrirlo en partes, a hacer concientes nuestros actos inconcientes para que no se desplazen a territorios donde no deben estar.
A veces cuesta que pase esto, y se cae en la melancolía. ¿Porqué? Porque el dolor queda como el único lazo disponible con esa persona ausente.. Y es cuando esa persona se mete adentro de uno impidiendonos crecer. Haciendo bloqueo en ese espacio que debería estar libre para un nuevo encuentro. Un lazo que se transforma en melancolía. Las personas se enquistan adentro nuestro, transformandose en un lazo patológico. Un lazo que hay que desmenuzar y desanudar para recordar que si pretendemos olvidar a alguien, esto es una ilusión.
A veces da miedo olvidar, porque en el encuentro con el olvido, se acepta que algo ya no está más. Que hay espacio para lo nuevo, que hay que seguir creciendio, que hay que seguir...
Y el olvido no se fuerza, porque en el mismo acto de forzar ese "olvido", se lo está recordando todo el tiempo..
Creo que el olvido no es a través de borrar o anular lo que ya no está, porque si queremos anular o borrar algo, la marca se hace más y más grande. (Como cuando borramos fuertemente con una goma algo que no queremos leer) sino a través de leer lo que hay alrededor de eso que se quiere hacer desaparecer.
Hasta que llegará un punto, que nos sentiremos empapados por cosas nuevas, y nos iremos acercando a ese agujero, a ese manchón, pero ya cubiertos de una realidad diferente. "Olvidar" es atraverse a doler los duelos, a su tiempo, para luego releer, lo que nos han escrito y darle nuestro propio punto final..
Las personas no se olvidan. Simplemente nos acostumbramos a recordarlas, a reemplazar la presencia con su recuerdo.
Las personas no se olvidan, sólo se pueden dejan de tener presentes en algunos momentos, pero ante un aroma, un lugar, una situación, se vuelven a recordar. Porque no sólo recordamos con nuestra cabeza, sino también con nuestro cuerpo. Y no se puede olvidar desde el cuerpo. Que con su memoria emocional tan grande vuelve a traernos a nosotros un pasado que se encontraba quieto, inmóvil. Cualquier movimiento puede hacer resonar a esa persona en nosotros. Porque recordamos a través de nuestra piel.
Las personas siempre nos dejan algo, el recuerdo.
Si se olvidasen no la pudiesmos traer al recuerdo, nos generaría un hueco en nuestra historia, como una especie de amnesia emocional, perderiamos noción de su cara, de su gesto, de lo que fue con nosotros,
No podemos esfumar a una persona de adentro nuestro. Por eso a las personas no se las olvidan, es un muy mal dicho popular decir " ya lo olvidé". Paradójico incluso, que mientras se diga que se la ha olvidado, aparece en ese momento en el recuerdo. Yo creo que las personas se "olvidan", cuando la mayor emoción que los unió, se ha esfumado. Cuando un rencor, se transforma en aceptación. Se "olvida" Cuando el dolor ya deja de doler, porque se le ha dado lugar al duelo. Se le ha dado espacio a ese padecimiento. Porque sino, seguimos "recordando" a esa persona, en otras. La tenemos presente a través de nuestras reacciones no elaboradas, a través de re-sentimiento, que no es más que un "envolverse" en el el sentimiento. Repetimos a esa persona, quizás la buscamos sin saberlo, y en vez de estar buscando una voz nueva, seguimos alimentandonos del eco que nos han dejado. De una voz ausente, de un cuerpo fantasma.
La única manera de olvidar, como dice el Freud, es empezar a recordar. A desmenuzar el dolor para abrirlo en partes, a hacer concientes nuestros actos inconcientes para que no se desplazen a territorios donde no deben estar.
A veces cuesta que pase esto, y se cae en la melancolía. ¿Porqué? Porque el dolor queda como el único lazo disponible con esa persona ausente.. Y es cuando esa persona se mete adentro de uno impidiendonos crecer. Haciendo bloqueo en ese espacio que debería estar libre para un nuevo encuentro. Un lazo que se transforma en melancolía. Las personas se enquistan adentro nuestro, transformandose en un lazo patológico. Un lazo que hay que desmenuzar y desanudar para recordar que si pretendemos olvidar a alguien, esto es una ilusión.
A veces da miedo olvidar, porque en el encuentro con el olvido, se acepta que algo ya no está más. Que hay espacio para lo nuevo, que hay que seguir creciendio, que hay que seguir...
Y el olvido no se fuerza, porque en el mismo acto de forzar ese "olvido", se lo está recordando todo el tiempo..
Creo que el olvido no es a través de borrar o anular lo que ya no está, porque si queremos anular o borrar algo, la marca se hace más y más grande. (Como cuando borramos fuertemente con una goma algo que no queremos leer) sino a través de leer lo que hay alrededor de eso que se quiere hacer desaparecer.
Hasta que llegará un punto, que nos sentiremos empapados por cosas nuevas, y nos iremos acercando a ese agujero, a ese manchón, pero ya cubiertos de una realidad diferente. "Olvidar" es atraverse a doler los duelos, a su tiempo, para luego releer, lo que nos han escrito y darle nuestro propio punto final..
Comentarios
Publicar un comentario