La luz

Ayer pude estar,
Enrededa
Entre los hilos de las sombras,
Y una cuerda por la mitad.
Una canción desafinada,
Un libro dormido,
Y una vida aún más.
Una caricia agujereada,
Un nudo atragantado,
Un pensamiento apagado,
Un pedazo de vida,
Hecho a perder.
Una pieza partida,
La oscuridad dormida,
Queriendome correr.
Digamos que..
No hay que cerrar la puerta,
Con la luz encendida.
(Varias veces cerré la puerta,
dejando la luz gastarse al divino botón)
Hay que agarrarse de las paredes,
Para encender la luz,
Cuando las puertas están cerradas.
¿Del otro lado siempre hay claridad?
La luz nunca se apaga sola.
Habrá que arriesgarse,
A electrocutarse,
De vida.
(A veces simples letras arman una melodía
Y dejan plasmada toda una saga de preguntas a la deriva)
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