Tiempo a destiempo

Sí. Siempre estamos a tiempo, aunque sea a destiempo, de extripar esas sensaciones rotas que vibran acumuladas en el medio de nuestro crujiente pecho. Que transitan por la garganta y se quedan allí, como estrupefactos, aniquilados, espásmicos, deambulando estáticamente en el medio de la propia respiración. Las palabras tambien tiemblan al salir. ¿Tienen miedo? Es la hora de que el tiempo sume minutos con corrientes de pensamientos nuevas. Con una brújula intacta, con las agujas bien marcadas y ruidosas, dialogando con uno mismo minuto a minuto, en el espacio donde quizas haya una solo una parte de una sonrisa. El esfuerzo más dificil es secretar todo el dolor. Como si pudiesemos inhibirlo con una cápsula. Pero sí..Tenemos la capacidad de crear nuestras propias hormonas emocionales. ¿Con endorfinas? La mente puede crear las propias endorfinas. Es mejor explotar las burbujas de pasados aterciopelados que ya raspan de tanto permanecer en el presente. Morder el ayer, con gran degustación. Hacerlo molino. Dejarlo soplar. Dejarlo aventurarse en el mundo del nunca jamás. Distraerlo. Hacerle burla si se quiere, y disimuladamente, con pasos bien pisados, dejarlo salir. Es hora. Todos los viajes tienen mil agujas.

Comentarios

  1. Es la hora...Fantástica entrada.
    Un fuerte abrazo Nadu.

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