Cre ciendo

Las horas pasan, con unos nubarrones profundos. Pájaros que giran y giran con el miedo de sus cantos. Ardores cotidianos. Pies que se mueven sólos en medio de una inmensidad de gente. Vientos acaramelados que se trepan en la piel derrumbando la fragilidad.
Y así estamos, entre enriedos y despliegues. Entre expansiones infinitas y nubes que no saben donde ir. Repliegues cotidianos, y el pecho como escenario.. El pecho como un gran cielo apretando su lluvia para no desatar lo que vendrá- Porque estar en el medio de las cosas, es estar en el miedo de las cosas. El tambaleo de la vida, que me cosquillea para afianzarse. Y no hace nada. Árboles que hacen equilibrios, quieren descansar. El sol, el día, una mezlca de nubes y sol. Una mezcla de sabores innatos, otros creados, que caminan solos alrededor de mi aire. Respiro, doy una vuelta, algo se apodera de mí. Es la vida que no me deja sola esta vez... Pero en ese intervalo, en ese mientras tanto, sin la mano de nadie me enriedo en mi misma y necesito. Necesito compartir el aire. Necesito cáscaras nuevas para saber quien soy.

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