Calles incómodas

Fragmentos de un Lunes por la tarde, bajo el sol de las calles grises. Donde la extrañeza despertó lo más extraño de mi propio vacío, y por unas cuadras, lo llenó.


Perderse en las calles incómodas, rotas y desconocidas para la propia experiencia, hacen dar cuenta a mis pies, que se pueden explorar territorios desconocidos sin el miedo de morir en algún lugar.
El cielo gris es espejo de un techo roto.
Va a llover,
¿Y yo?
Me estoy contaminando,
Lluevo por demás.
Estoy ahogada.
¿Quien sabe porque camino por aquí?
Casualmente se me vienen estas palabras al lado de mi camino, y no lo puedo evitar.
Nunca sabré si es un desvío,
Pero se transforman en las calles de mis pensamientos. ¿Cómo llegué hasta acá?
No lo sé-
 Estoy pasando las horas en un pedazo de vida,
Y no me mareo.
Pero hay un pedazo de vida,
Que me falta demasiado.

Mi alma está inundada,
Estoy pensando trazos rotos,
¿Pisando trazos rotos?
Pisándome.

Caminar parece una novela,
Un cuento amarillo,
Un boceto perdido,
Entre mis días.


En mí,
Hay algo atónito,
Desbordado
Y, al mismo tiempo
Trabado.

¿Nos hacemos cargo,
De las carencias rotas?
¿De los agujeros
Que terminan siendo un soplo
En medio de la sombra?

Y ahí nomás,

Termino mirando la vida,

Por la ventanilla. 

Todo tiene un final.