Una caja de minutos

Cada día, es una pequeña caja de minutos que se va abriendo de a poco, según cuan preparados estemos en saber lo que se esconde.
La apertura de esa caja depende de cada uno. Cada minuto que dejamos salir, es una pequeña posibilidad para ir construyendo un pequeño momento.  Hay personas que deciden abrir esa caja de a poquito, despacio, sin apuro, y no se dan cuenta que los minutos pueden morir ahogados. 
Otras personas, sin embargo, abren la caja con los ojos cerrados, sin saber que es lo que puede llegar a salir, absorbiendo el disfrutar del tiempo.
Lo importante, es saber que esa caja de minutos está siempre disponible para ir sacando fuera, todo aquello que necesitemos.


..Allí adentro vive la incertidumbre, a flor de piel, buscando una certeza todo el tiempo...Y la certeza se envuelve en el azar, dándole sabor a todos los minutos que se esconden en los días.