Volar de espaldas

Una lluvia de nosotros mismos
Dicen que la lluvia,
es melancolia desordenada,
buscando ordenarse.

Dicen que el arco iris,
es la forma que adquiere el cielo,
dibujando una sonrisa al revés
intentando desparramar los grises
para transformarlos en colores.
Dicen que las gotas,
son los átomos del alma intentando expresarse.
A veces, las tormentas
nos raspan el adentro,
y otras tantas,
sólo juguetean con las gotas de la vida
intentando fluir.
Dicen que la lluvia,
son los fragmentos de nosotros mismos,
pidiendo a gritos desprenderse,
pidiendo en cuentagotas,
un poco de libertad.
Y en la libertad, hay caída.
¡Y cuantas veces!
somos tormentas,
dejando árboles caídos
en los rincones de nuestro propio pecho.
Un cielo se nos atraganta adentro,
sintiendo relampagos en el corazón.
¡Y cuantas otras..!
somos huracanes que se abrazan,
dejando restos de sus roturas,
desprendiendo las cosas de su lugar.
¡Intensidad!
que desarraiga del suelo,
aquello que estaba quieto,
protegido.
acunado
Somos humanos,
que llovemos,
que explotamos,
que caemos.
Somos quienes se hacen viento para suspirar.
Para sacudir.
Abrimos un espacio adentro,
Y las gotas se nos mueven,
solas,
Lluvia destinada,
A ser siempre mojada.
melancolías que bailan,
en el aire
Y así,
como lluvia,
Existimos,
Porque las gotas,
sólo exísten en su caída,
para transformarse en suelo.

La lluvia,
Es el cielo soltándose,

Y sí, somos lluvia,
A veces llovemos.