Las faltas, enriquecen
Apoyar los pies sobre la falta
Cuando la falta opaca al movimiento, se deja de crecer. Cuando la falta, se acompaña del movimiento, se crece. Y se transforma la falta en ese "algo", denominado deseo.
Aquí la falta ya no es vacía. La falta ya no es ausencia, es la presencia asumiendo lo que no hubo.
Si la falta crece con re-sentimiento, el crecimiento se repliega una y otra vez formandose un nudo, y ese repliegue crea aún más falta.
Si la falta crece asumiendo el sentimiento de esa pérdida, hay creación. Hay crecimiento. Hay elaboración.
Asumir una falta, es sentarse en el agujero de las propias ausencias. Y respirarse allí, donde no hay.
Asumir la falta, es apoyar el dolor sobre nuestros propios pies. Es respetar nuestro minuto de silencio, para luegro expresar.
A partir de las faltas, nos enriquecemos subjetivamente. El arte nace de ese agujero, como una reparación simbólica de rejuntar los trazos que deja el vacío.
Las faltas, enriquecen.
Cuando la falta opaca al movimiento, se deja de crecer. Cuando la falta, se acompaña del movimiento, se crece. Y se transforma la falta en ese "algo", denominado deseo.
Aquí la falta ya no es vacía. La falta ya no es ausencia, es la presencia asumiendo lo que no hubo.
Si la falta crece con re-sentimiento, el crecimiento se repliega una y otra vez formandose un nudo, y ese repliegue crea aún más falta.
Si la falta crece asumiendo el sentimiento de esa pérdida, hay creación. Hay crecimiento. Hay elaboración.
Asumir una falta, es sentarse en el agujero de las propias ausencias. Y respirarse allí, donde no hay.
Asumir la falta, es apoyar el dolor sobre nuestros propios pies. Es respetar nuestro minuto de silencio, para luegro expresar.
A partir de las faltas, nos enriquecemos subjetivamente. El arte nace de ese agujero, como una reparación simbólica de rejuntar los trazos que deja el vacío.
Las faltas, enriquecen.
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